Buenos días!
Hoy te pediría que cierres lo ojos, que intentes recordar los caldos que te hacia o madre o tu abuela cuando eras pequeñ@.
¿Puedes recordarlo? Bueno, ¿verdad?
Cada casa y cada chef tiene su recetario, según sus experiencias, nivel económico y de donde provenga.
Yo tengo 3 recuerdos bien marcados, el de mi madre por un lado y el de mis dos abuelas.
Hace ya muchísimos años pero todavía tengo en la memoria los platos de sopa de mi abuela paterna: Ella cocinaba Carn d’olla es el típico cocido catalán, donde se cuecen pollo, tira de ternera, garbanzos, patatas, apio…..
Pues bien, en su casa siempre nos juntábamos unos cuantos, así que, de primero aprovechaba el caldo del cocido y le añadía pasta de galets y luego en unas bandejas enormes de colocaba la carne, los garbanzos, las patatas y mis tíos y primos se servían al gusto.
Por otro lado estaba mi otra abuela, ella siempre ha sido una excelente cocinera pero digamos que su caldo nunca me ha emocionado ya que tiene un gusto a col que no me acaba de convencer.
Por último el sabor que más conservo, el caldo de mi madre.
Yo creo que era una mezcla de las dos abuelas, ya que sin ser igual; podría decir que su caldo era parecido al de mi abuela paterna, pero su presentación era como la de su madre.
Un día te servía cocido todo junto, y a días no consecutivos aprovechaba caldo que había congelado anteriormente y nos servía sopa, sobretodo para cenar en invierno.
Pues bien, ahora soy yo la mamá, y como la hago? Pues la verdad es que yo hago caldo de vez en cuando ya que pocas veces encuentro el tiempo para poder hacer una cocción de caldo como es debido, y luego la verdad, es que mi espacio de almacenaje para congelar es bastante reducido.
Así que a pesar a que Ona le encanta en caldo, la mayoría de veces lo acababa comiendo en casa de las abuelas.
Hace aproximadamente un año, nos apuntamos a madresfera, una comunidad muy bonita de madres y padres blogueros y la verdad es que fue una sorpresa cuando recibimos un súper pack de caldos Aneto como bienvenida a la comunidad.
Cuando le enseñé el pack a mi marido me puso cada de circunstancia, en casa nunca habíamos consumido ese tipo de productos y ya os avanzo que para nuestras madres, cualquier caldo que venga envasado es agua con polvos.

La sorpresa:

Un noche de esas que no teníamos ganas de cocinar y se había hecho bastante tarde decidí probar un caldo, yo pensaba que iba a ser toda una experiencia y que finalmente nadie se iba a acabar el plato.
La sorpresa llegó cuando nos dimos cuenta que estaba buenísimo.
Además ponía que era todo natural, así que mejor que mejor, aunque mi madre, para que vamos a negarlo, siempre lo cuestionó. 
Pues bien hace unas semanas gracias a madresfera de nuevo he tenido la oportunidad de conocer el interior de la fábrica y el proceso de fabricación de los diferentes caldos que cocina la marca.
Cuando llegas a la fábrica rápidamente te das cuenta que es un espacio muy familiar.
La empresa Aneto se dedicaba a la curación de jamones pero cuando el mercado tocó techo decidieron utilizar los jamones que tenían en stock para empezar a hacer caldo.
Así nació caldo Aneto ya no sólo cuece y distribuye caldo de jamón, si no que a día de hoy cuenta con 27 hasta variedades de caldo.

¿Como consiguen un caldo sabroso y natural?

– Nos explicaron la proporciones en las ollas: 2400 L agua + 500-600 kg de materia prima (carne, verdura…).
– El tiempo de cocción: El Caldo hierve a fuego lento durante dos o tres horas dependiendo del caldo.
– ¿Por qué no quedan trazas? Cada vez que cambian de variedad, las ollas pasan por un proceso de lavado intensivo automático. Se llama CIP. Eso reduce nuestra eficiencia, pero preferimos hacerlo bien. ( si eres vegetariano o vegano, puedes estar seguro que tus verduras no entran en contacto con carne o pescado)
– Dato curioso: Hay 10 ollas por turno. 3.000 litros por olla. Así, en el caso ideal se producen en cada turno hasta 30.000 litros de caldo, que llega a muchos rincones de España.
– pudimos ver a trabajadores cortando y limpiando las verduras. ( que por cierto no podían ser más frescas)
– Siempre siguen la misma receta para que el gusto sea muy similar, aunque el lote sea diferentes así los sabores se mantienen.

¿Sabias que?

– Las verduras provienen de productores de máxima calidad y de proximidad.
– Utilizan unos hornos para asar la carne o el pescado antes de ponerlo a la olla. Sirve para darle mayor sabor y cuerpo. Esto se hace, por ejemplo, con Caldo Aneto de Pescado y Caldo de Navidad.
– No añaden químicos.

¿Como consiguen que el caldo se conserve sin colorantes y sin conservantes?

Ni mas ni menos mediante el proceso UHT, proceso de pasteurización, es el que también sigue la leche. Suben y bajan de temperatura el caldo (140ºC durante 10 segundos y luego a unos 3 grados) para matar a todos los microorganismos que pudieran haber.
– Después aplican otro proceso físico, el de homogeneización. Son placas redondas con poros milimétricos que van haciendo pulsiones. Lo que pasa por allí se rompe y hace que la grasa y proteína no quede en el fondo, sino repartida por todo el caldo.

Comprometidos con el entorno y la sociedad.

Caldo Aneto, colabora con ‘Mans’, un proyecto de la fundació Catalunya La Pedrera. Aneto compra preferentemente ahí la col y el puerro para su gama de caldos ecológicos. Concretamente, en el último ejercicio, hasta un 40% de todo su cultivo de estas verduras acabó en las ollas de Aneto. 14.000 KG de col y 4.500 KG de puerro. ¿Por qué Aneto apuesta por Mans? Porque es una forma de impulsar el producto de proximidad, ecológico, y la ayuda al bienestar y economía del territorio. Además, contribuye a la labor social, dando oportunidades a 5 jóvenes con riesgo de exclusión social, procedentes de los servicios sociales de los pueblos cercanos, y 18 MENA (menores no acompañados), que reciben formación teórica y práctica previa selección. Estos primeros sólo trabajan media jornada, con el objetivo de incentivar que continúen los estudios, y también se les ayuda a encontrar trabajo en empresas de la zona (como en la propia Aneto). En total, se encargan de tres hectáreas, aunque en el futuro preven ampliarlo a seis. La idea es que gracias a clientes como Aneto puedan seguir creciendo.

(parrafo integro escrito y decido por Josep Prat)

Conclusiones después de la visita a la fábrica

Me sorprendió mucho el mimo y cuidado con el que se hacen los caldos y sobretodo que fueran 100%, naturales, las ollas que pudimos ver en funcionamiento iban bien cargadas de carne y verduras realmente frescas.
Además pudimos ver el proceso de corte de las mismas al momento.
Pero también cuecen, por ejemplo, caldos para paellas, arroces y fideuá ahora que estamos en verano, a ver quién le dice que no a unos platos tan ricos. Si visitas su web encontrarás todo su gama de la caldos además de deliciosas recetas.
¿Y tú? ¿Lo has probado? Después de saber que es todo 100% natural y hecho como en casa ¿te animas a hacerlo?

Os dejo la carta de caldos por si os apetece echar un vistazo 😉

Un abrazo,

Mommy Bee

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